Volvemos al tema Coroma – Quillacas:
¡¡¡LA MILITARIZACIÓN NO ES SOLUCIÓN!!!
Sí, así de clarito y de frente. La militarización de la zona limítrofe de conflictos entre las comunidades de Quillacas y Coroma, en los departamentos de Oruro y Potosí, no es la solución.
En el pasado se tuvo una experiencia similar cuando los ayllus Laymes y Jucumanis en Potosí y Q’aqachacas en Oruro tuvieron diferencias limítrofes, entonces el Gobierno del Gral. Banzer llevó tropas a ese lugar para evitar enfrentamientos, sin embargo el tiempo nos mostró que la solución no estuvo en la militarización, sino en el desarrollo de obras concretas que permitan oportunidades de vida a la gente.
Que no se pretenda malinterpretar. Esta posición personal no es de confrontación con la institución militar, sino una actitud política consecuente con el respeto a las comunidades indígenas y el respeto a los derechos humanos.
De lo que se trata en la zona limítrofe de Coroma y Quillacas, es de restablecer la justicia y no de consolidar el arbitrio, esto quiere decir que cuando ha habido denuncias mutuas de avasallamientos, lo peor que podríamos hacer es ordenar un cordón militar que lejos de encontrar una solución, lo único que haría sería consolidar las posesiones arbitrarias e ilegales –vengan de donde vengan-, producto del uso de la fuerza y el abuso.
Cuando se ha producido un avasallamiento -reitero que no importa si han sido potosinos u orureños los que han cometido el hecho-, la militarización de la zona de conflicto no podría ser para determinar cuál tiene la razón, pues precisamente se trata de una zona en entredicho sobre el título propietario y lo único que resulta evidente es la posesión, en consecuencia corresponde preguntarnos ¿qué persigue la militarización?, ¿a quién le conviene la militarización?.
Nuestras respuestas son igualmente de firmes: la militarización pretende evitar el contacto entre las partes en conflicto y beneficia a la parte que ha tomado posesión, pero no dilucida el tema de fondo que es a quién corresponde el terreno, en consecuencia sólo beneficia a quien eventualmente ha tomado algo por la fuerza.
Normalmente en este tipo de casos, la psicología de la víctima apunta a pedir y clamar justicia, y evidentemente, son otras las instancias para ese efecto.
En consecuencia, creo mi deber advertir que si queremos una verdadera solución al problema limítrofe entre las comunidades de Coroma y Quillacas, no perdamos el tiempo ni nos distraigamos pidiendo establecer quién avasalló a quién, si es que no tenemos el valor de decidir primero cuál es el límite interdepartamental que corresponda en estricto apego a la justicia histórica y legal.
Y alguito más…….así no porten uniforme militar, pero sí policial, la figura y el fondo no cambian. Hagamos las cosas seriamente y no sólo para salvar el momento.
La Paz, 31 de agosto de 2011.
Muy bueno el artículo. Para sumarme a esa inquietud, le sugiero al gobierno que revise la extensión geográfica de los departamentos de Oruro y Potosí, así como los mapas históricos que tienen las FF.AA. a través de su departamento correspondiente. Con ello, será fácil determinar qué les corresponde a cada departamento.
ResponderEliminarAtte.,
Miguel Betanzos
Gracias por el comentario Miguel. Así como en el artículo expongo las razones por las cuales me opongo a la militarización de la zona de conflicto, con la misma fuerza convengo con usted en sentido de exigir la presencia del Instituto Geográfico Militar para coadyuvar en la solución al problema. Atentamente. Eduardo.
ResponderEliminarno puedo encontrar un correo al cual se pueda escribir al senador un saludo
ResponderEliminarPara todas las personas que siguen el blog -agradeciendo su interés-, comunicamos que pueden contactarse a la siguiente dirección: equiposenador@yahoo.com Gracias. Eduardo.
ResponderEliminarexiste la posibilidad de conocer la docmentacion historica en la cual cada sector se asienta para hacer su reclamo. espero su respuesta. soy analia de buenos aires
ResponderEliminarEl sacerdote Alfredo Ramos ha sistematizado toda la información correspondiente a Coroma y está pronta la edición de un libro al respecto. Si usted, Analía, nos hace conocer su dirección de correo con todo agrado podremos procurarle un contacto. Atentamente. Eduardo.
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