Blog oficial de Eduardo H. Maldonado Iporre, Senador por Potosí en la Asamblea Legislativa Plurinacional
"Con amor a la Patria, absolutamente todo, inclusive la vida misma, si fuese necesario".

miércoles, 6 de junio de 2012

YO QUIERO UN MAR, UN MAR AZUL
 PARA BOLIVIA……….
“Yo quiero un mar, un mar azul para Bolivia……….”, es la letra de un vals que cantábamos en nuestra niñez, y que en mi caso incluso llegué a interpretar en el piano junto a mi abuelo. En todos fue con la emoción propia de sentir que nuestro país era víctima de una situación injusta.
Han transcurrido 133 años de la invasión que sufrió Bolivia y esa invasión no ha cesado porque aún esa herida duele y lastima en la más profunda sensibilidad de la bolivianidad.
Hace pocas horas que ha concluido la 42° Asamblea General de la Organización de Estados Americanos realizada en la ciudad de Cochabamba y no existe en el pueblo boliviano expresiones de júbilo por el desenlace que ha tenido nuestra centenaria demanda marítima.
Considerando las características tan circunspectas en las que se desarrollan los ambientes diplomáticos en este tipo de eventos, se planteaban dos posibilidades evidentes en el tratamiento del tema: La multilateralidad o la bilateralidad.
La multilateralidad hubiese hecho referencia a la necesidad de procurar una salida justa que restablezca un ambiente de paz y tranquilidad en el cono sur del continente y con el concurso efectivo de todos los países, mientras que la bilateralidad, hubiese señalado que el tema no gravitaba en el interés del conjunto de las naciones y que por lo tanto debía derivarse su tratamiento a la búsqueda de una solución dialogada únicamente entre Chile y Bolivia.
Para analizar si ganamos o perdimos en esta cita hemisférica de cancilleres, será necesario preguntarnos de inicio ¿qué esperábamos de la OEA?, o ¿cuál era nuestro objetivo al participar y organizar este evento internacional?.
Repasando las posibilidades descritas líneas más arriba, podemos afirmar que de haberse logrado un pronunciamiento por la multilateralidad hubiese sido un éxito diplomático para Bolivia porque hubiese significado involucrar a toda la comunidad de naciones americanas en el problema.
Lamentablemente fue la segunda posibilidad, la de la bilateralidad que acabó concretándose por el pronunciamiento de los distintos países, demostrándonos una vez más que más allá de los discursos de buenos deseos, en los hechos no hubo voluntad política de coadyuvar de manera proactiva en la solución del problema boliviano.
A excepción de la República Bolivariana de Venezuela que de manera firme e invariable ratificó su ya histórico apoyo a la demanda boliviana, los demás países se limitaron a decir que se trataba de un problema bilateral.
Sin embargo, el desenlace de la cita diplomática fue el reflejo de la posición boliviana que sorprendió a propios y extraños al plantear como propuesta la renegociación del Tratado de 1904. En muchas ocasiones en los discursos oficiales se había tildado a ese documento como el producto de la imposición y la fuerza, del arbitrio y la injusticia, mientras que en otras ocasiones se reivindicó sus fines comerciales y de administración portuaria, no significando otra cosa que señales confusas de nuestra posición respecto al Tratado.
Lo evidente es que en la 42° Asamblea General de la OEA la resolución de Cochabamba de 2012, recomendando la bilateralidad del tema, dista abismalmente del consenso hemisférico de las naciones por la multilateralidad que se había dado hace 33 años en la cita continental de 1979 en La Paz, pero claro, este fue el resultado de la cita de la burocracia diplomática continental, porque en las calles de Cochabamba, otro fue el sentir del pueblo.
En las calles de Cochabamba debemos reconocer y saludar el valor civil que demostraron hermanas y hermanos de diferentes organizaciones sociales, así como del combativo Partido Comunista de Chile, que con la convicción puesta en la gran patria que soñaron y por la que lucharon nuestros próceres, se hicieron presentes para ratificar su deseo de mar para Bolivia.
Ha concluido la 42° Asamblea General de la Organización de Estados Americanos y la sensación que me queda es que Bolivia desperdició una gran oportunidad, que la estrategia boliviana no fue la más atinada y que ahora corresponde evaluar lo sucedido y exigir cuentas al Gobierno por lo acontecido. No se trata de partidizar el debate, sino que por la especial sensibilidad que tiene en el pueblo boliviano, es un tema que hace a la médula espinal de la política internacional de Bolivia.
La evaluación serena de lo acontecido es el camino que nos queda y éste Asambleísta sabrá ejercer su mandato y sus prerrogativas constitucionales en ese propósito………..
La Paz, 6 de Junio de 2012.

2 comentarios:

  1. Solo decirle al senador que su hipocrita ideologia izquierdista no le sirve de nada a potosi porque los potosinos ni viviremos luchando por monedas perdidas, sino de hechos, no de falsa lealtad,ni de un pigmeo que no hace nada en el senado de trascedental alguien que es del monto como ustaed gracias por ser uno mas delos que ya ha habido antes un inutil atte Georgina

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  2. Equipo de Prensa del Senador Eduardo Maldonado.5 de julio de 2012, 8:16

    Amigas y amigos, este Blog es un espacio democrático que respeta todo tipo de pensamiento político ideológico, comentario o cualquier crítica constructiva, por lo cual solicitamos que sus opiniones sean expresadas con el mayor respeto al artículista o a los y las comentaristas, sin llegar a utilizar insultos o adjetivos que no aportan en nada a un debate serio y responsable. Muchas gracias y espramos seguir contando con su participación en este espacio de diálogo.

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